Cómo dominar el auto-amor
¿Te cuesta trabajo amarte?
Si sí, es normal.
Porque el mundo nunca te enseñó cómo hacerlo.
Más bien, el mundo te enseñó cómo evitarlo.
Porque el mundo te mintió.
Y tú le creíste.
Pero hoy te quiero liberar.
Desmintiendo la mentira.
Para que te atrevas a amarte.
Y nunca dejes de hacerlo.
EL TRIP DE HOY - en 10 minutos o menos vamos a explorar:
Porqué no sabes cómo amarte
La gran mentira que te contó el mundo
La diferencia entre auto-amor y egoísmo
👓 Si prefieres leerme, sigue leyendo.
🎥 Si prefieres verme y oírme, ve el video abajo
Aquí el video:
Nadie te enseñó cómo amarte.
Si sí, haz sido de los pocos suertudos.
Pero esa no es la realidad que la gran mayoría de las personas comparte.
Lo más probable es que tú tuviste que aprender cómo amarte solo.
Y a la mala.
Y muy tarde.
Quizá en tus 30s o hasta después…
Años después de no amarte.
De descuidarte.
De no priorizarte.
Porque eso sí fue lo que aprendiste.
Cómo poner a los demás y al mundo primero.
Porque desde chico, el mundo te adoctrinó a buscar su aprobación.
Aunque el costo fuera tu anulación.
Es difícil reconocerlo, porque el adoctrinamiento no siempre fue explícito.
Ni con dolo.
Pero sí siempre fue.
Y estuvo.
Porque finalmente los que te adoctrinaron, fueron adoctrinados.
Y cómo lo recibieron, te lo pasaron.
Inconscientemente, pero efectivamente.
Ciegos tratándole de enseñar a otros ciegos cómo ver.
Trágico.
En la familia, te enseñaron a buscar la aprobación de tus papás.
En la escuela, te enseñaron a buscar la aprobación de tu maestros.
En el trabajo, te enseñaron a buscar la aprobación de tus jefes.
En tus amores, te enseñaron a buscar la aprobación de tus parejas.
En tus amistades, te enseñaron a buscar la aprobación de tus amigos.
Y te volvieron adicto.
Porque si lo hacías, avanzabas.
Te aplaudían.
Te celebraban.
Te reconocían.
Te aceptaban.
Te querían.
Forzándote cada vez a necesitar una dosis más fuerte de aprobación externa para sobrevivir.
Pero como toda adicción, el high te costaba.
Y lo que te costaba era abuso.
Y la forma en la que pagabas el abuso era anulándote.
Invalidándote.
Negándote.
Por eso terminaste en relaciones tóxicas.
Por eso terminaste en trabajos esclavizantes.
Por eso terminaste aprisionado por la búsqueda de perfección.
Porque el mundo entero te gritó desde chico:
“Si quieres sobrevivir, dame lo que quiero y haz lo que digo”.
Ahora, aunque el adoctrinamiento fue profundo y efectivo, tenía una falla en el sistema:
Era destruible.
Porque por adicto, corrías el riesgo de darte una sobredosis de abuso.
Y esa sobredosis de abuso, podría hacerte despertar y querer dejar esa relación o trabajo.
Convenciéndote de dejar de buscar la aprobación externa.
Y eso no le funcionaba al mundo.
Porque al mundo le funcionaba mantenerte adicto.
Porque así eres manipulable y controlable.
Entonces, el mundo creó una mentira poderosa para proteger el adoctrinamiento.
Y asegurarse que nunca te atrevieras a complacerte a ti antes de a los demás.
Y lo hizo tan bien que logró que el ver por ti primero, te terminara:
Dándote miedo.
Llenándote de culpa.
Asegurándote crítica.
En corto, el mundo convirtió el ver por ti primero en un pecado.
Algo depreciable y mal visto.
Y tú, te creíste la mentira completita.
Al igual que todos.
Hasta hoy.
Hoy te liberas.
Pero antes de liberarte, tienes que saber cuál fue la mentira que te dijeron.
Y que te dices tú a ti mismo, diario.
La gran mentira
La gran mentira que el mundo te ha dicho toda tu vida es:
Auto-amor = egoísmo.
El mundo te logró convencer que el ver por ti primero era un acto egoísta.
Y que el egoísmo es algo depreciable y mal visto.
Para que te diera miedo ser egoísta.
Y te llenara de culpa.
Y te asegurara ser criticado por los demás.
Y tú, presa fácil.
Porque ya estabas adicto.
Y harías todo por recibir otra dosis de amor, aplauso, reconocimiento y aceptación externa.
Incluyendo nunca atreverte a ver por ti primero.
Incluyendo anularte, invalidarte y negarte.
Para que nunca corrieras el riesgo de ser “egoísta”.
Porque el egoísmo te aseguraba desaprobación y exilio.
Y así fue como el mundo se encargó de manipularte:
Poco a poco catalogando todos tus actos de auto-amor como actos de egoísmo.
Sutilmente entrenándote a entonces dejar de querer perseguir el auto-amor.
De correr en la dirección contraria.
De huir de el.
Y lo peor de todo…
El mundo te entrenó no solo a no desear el auto-amor…
El mundo te entrenó a evitar el auto-amor a toda costa.
Dejando en su lugar un mar de abuso.
Para liberarte, tenemos que desmentir la mentira.
Y ayudarte a distinguir entre auto-amor y egoísmo.
Para que llenes tu vida de eso.
Egoísmo vs Auto-amor
El egoísmo y el auto-amor son dos cosas completamente diferentes.
Para distinguirlas, encontré un hack poderoso:
La intención.
Para entender cómo opera cada uno, fíjate en la intención.
Y esta es la diferencia:
La intención del egoísmo es excluir.
La intención del auto-amor es incluir.
Te explico…
Empezemos con el egoísmo.
El egoísmo se centra en uno mismo.
Y a menudo, por centrarse en uno mismo, desatiende las necesidades y el bienestar de los demás.
Por una razón particular:
El egoísmo ve a los demás como medios, o obstáculos, para un fin.
Por eso alguien egoísta usa a los demás para lograr sus propios deseos al costo de los suyos.
Y si los demás no quieren o pueden, los deshecha.
Por eso el egoísmo es un acto que busca hacer dos cosas al mismo tiempo:
1. Priorizarte a ti
Excluir a los demás.
El mindset del egoísmo es individual y su mantra es:
“Yo voy primero, a costa tuya.”
Ahora vamos con el auto-amor.
El auto-amor también se centra en uno mismo.
Pero no por centrarse en uno mismo desatiende las necesidades y el bienestar de los demás.
Más bien, los respeta y los honra.
Por una razón particular:
El auto-amor ve a los demás como aliados para un fin.
Por eso alguien que se ama invita a los demás a lograr sus propios deseos y los suyos, al mismo tiempo.
Y si los demás no quieren o pueden, los respeta.
Por eso el auto-amor es un acto que busca hacer dos cosas al mismo tiempo:
1. Priorizarte a ti
Incluir a los demás.
El mindset del auto-amor es colectivo y su mantra es:
“Yo voy primero, pero tú también”.
Por eso el auto-amor construye y fortalece relaciones, mientras que el egoísmo las destruye y las daña.
Y la relación que más construye y fortalece el auto-amor es la tuya contigo mismo.
Así es que ya no te confundas:
Cuidarte de manera equilibrada, priorizar tu bienestar y establecer límites sanos es auto-amor, no egoísmo.
Porque te honra a ti mismo mientras honra a los demás.
Dejándote una vida más plena, con mayor satisfacción y paz interior.
Ya que viste la mentira, te invito hoy a que te dejes de mentir.
Y a los demás.
Reconoce tus actos de auto-amor y los de los demás como auto-amor.
Y respétalos.
Y por favor, no te preocupes más por el mundo.
Que sin duda no cambiará tan rápido como tú.
Y que sin duda seguirá catalogando tus actos de auto-amor como egoísmo.
Fuck em.
Tú a lo tuyo.
Ya no le tienes que pedir perdón ni permiso al mundo por ver por ti primero.
Porque nunca necesitaste ni necesitarás su aprobación.
Porque siempre necesitaste y necesitarás la tuya.
Tú decides.
Happy Trippin.
¡¿Y qué hago con esta información?!
Tip práctico:
Haz una lista de todos los actos de auto-amor que tú mismo haz catalogado como egoísmo y por ende has evitado.
Y comprométete a honrarlos.
Sin culpa, sin pedir perdón, sin pedir permiso.
Si quieres que te acompañe, agenda un 1:1 existencial.
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