¿Cómo confío existencialmente?
No aprendiste cómo funciona la confianza.
Yo tampoco gracias a miles de creencias limitantes que heredé.
Descubrí un mantra y un concepto que transformó mi vida entera por que me ayudó a re-aprender cómo confiar.
El trip de hoy: en 10 minutos o menos vamos a explorar:
Mi mantra de confianza transformador
Qué es la confianza existencial
Cómo vivir con confianza existencial
Los beneficios de confiar existencialmente
Hoy les quiero compartir otra de las recompensas existenciales más poderosas del emprendimiento que he descubierto.
Esta recompensa se ha vuelto mi mantra de confianza transformador:
La confianza se da, no se gana.
Este insight me llegó gracias a Pixza, años después de fundarla y de vivir desde la dimensión opuesta del mantra.
Como algunos de ustedes sabrán, en Pixza contratamos exclusivamente a jóvenes en situación de calle y les ofrecemos un programa de empoderamiento multidimensional que dura un año, llamado “La Ruta del Cambio”, dónde tienen un trabajo formal con nosotros, les ayudamos a desarrollar habilidades socio-emocionales, y los ayudamos a salir del albergue y entrar a su propia vivienda.
Al inicio, opté por “militarizar” la Ruta del Cambio.
Mi creencia era que las personas que contrataríamos necesitarían un sistema ultra rígido, estructurado, y disciplinado para lograr graduarse. Construí un programa estandarizado, perfectamente definido, y lleno de KPIs, evaluaciones, y filtros de compromiso para motivar y empoderar.
Nadie se motivó y nadie se empoderó.
En vez de ayudar, mi programa sólo logró paralizar a los jóvenes y el resultado fue que nadie se graduaba de “La Ruta de Cambio”.
El programa inicial falló porque estaba diseñado para generar expectativas, no confianza. Entonces, por default, estaba diseñado para generar inseguridad y desconfianza.
Tanta estructura, KPIs, indicadores y evaluaciones le gritaba a los jóvenes “no confío en ti”. Además, tanta expectativa generaba una presión insoportable la cual los llevaba al auto-sabotage.
Nuestro programa reforzó y reflejó la auto-desconfianza que ellos ya sentían, lo cual reforzó su conclusión que no podrían realmente cambiar, lo cual los llevó a fracasar en sus mentes y corazones antes de empezar su programa.
Y afuera, jamás podrás arreglar una derrota que ya se aseguró adentro.
Para transformar el programa, tuve que re-aprender cómo confiar. Y re-aprender a confiar transformó mucho más que el programa - transformó mi vida entera.
Al igual que muchos de ustedes, no aprendí cómo funcionaba la confianza.
Más bien aprendí cómo no funcionaba gracias a las muchas creencias limitantes que heredé como: “la confianza se gana, no se da”, “la confianza tarda años en construirse”, “ganarse la confianza de alguien es muy difícil”, ya que alguien perdía tu confianza “era imposible recuperarla” y miles más…
Crecí temiendo el peso de la confianza.
La confianza era algo deseable de tener, pero imposible de dar, fácil de perder e imposible de recuperar, de gran valor, pero quizá de mayor costo.
Finalmente, la confianza estaba anclada a una mentalidad de carencia.
Para sanar, me fui al otro extremo.
Pixza me ayudó mucho como laboratorio porque finalmente en Pixza, usamos los extremos para sanar.
Pixza nació con el mantra “la inclusión tiene que ser igual de extrema que la discriminación”. Por eso decidimos contratar a los jóvenes que nadie quiere contratar de manera exclusiva.
Hicimos lo mismo con la confianza.
Nos fuimos al extremo opuesto y decidimos regalarla sin que se la tuvieran que ganar, por siempre, y re-diseñamos un programa que manifestara ese mensaje congruentemente.
Escoger confiar en ellos hizo que ellos escogieran confiar en sí mismos y en la vida, detonando una transformación holística imparable.
Hoy, 6 de cada 10 jóvenes que empiezan la Ruta del Cambio, se gradúan.
O sea, tenemos una rotación anual promedio del 40%, radicalmente más baja al 138% que comparten mis colegas en la industria de hospitalidad, alimentos y bebidas en México. O sea, gracias a la confianza, a Pixza le sale más barato contratar que a los demás, independientemente de contratar a un perfil de riesgo extremo, por la lealtad, inclusion, empoderamiento y pertenencia que la confianza genera.
Después de vivir el poder transformador de la confianza en el plano profesional, obviamente me enfoqué en descubrir cómo podría vivir el poder transformador de la confianza en el plano existencial.
Y entonces descubrí la confianza existencial.
La confianza existencial aplica a toda persona, situación, negocio, actividad o experiencia. Cómo se define y gana internamente y existencialmente, su fuerza trasciende todo.
La confianza existencial es otra herramienta mágica dentro del toolkit del Founder Existencial porque te ayuda a ganar el juego interno del emprendimiento y convertirte en un alquimista existencial.
¿Qué tengo que hacer para vivir con confianza existencial?
La confianza existencial tiene que tener éstas tres características para que logre detonar su alquimismo existencial:
Automática:
Decides regalar tu confianza desde el inicio. Tu confianza está asegurada por default y no busca pruebas, evidencia, o justificación alguna. Existe antes de cualquier hecho, evento, o situación.
Incondicional:
Decides regalar tu confianza sin expectativas. Tu confianza no depende de ningún indicador o resultado externo. Tu confianza transciende todo porque es interna.
Perenne:
Decides regalar tu confianza de manera continua, ininterrumpida e infinita. Tu confianza nunca cesa, disminuye, o se debilita. Sólo se mantiene, crece y fortalece.
Si te esperas a confiar, si dejas de confiar, o si sólo confías contra evidencia, no vivirás la confianza existencial.
¿Que beneficios me da confiar existencialmente?
Cuando confías existencialmente de manera automática, incondicional y perenne, recibes recompensas existenciales de manera automática, incondicional y perenne.
Cuando confías existencialmente, le das permiso a la vida de inundarte de milagros y bendiciones.
En vez de navegar la vida desde una mentalidad de carencia, sacando lo peor de todo y de todos, navegas la vida desde una mentalidad de abundancia, sacando lo mejor de todo y de todos.
Cuando confías existencialmente, le das permiso a la vida de sorprenderte siempre.
En vez de vivir con el miedo de la duda, le das permiso a todo y a todos de nutrirte existencialmente. En vez de vivir con paranoia existencial, donde aseguras que la vida conspira en tu contra, te permites vivir con pronoia existencial, donde aseguras que la vida conspira a tu favor.
Cuando confías existencialmente, le das permiso a la vida de enamorarte por default.
Confiar te empodera a asignarle valor automático, incondicional, y perenne a todo lo que es y soltar lo que sería, podría ser, será o fue. Decidir confiar es vivir con la libertad de soltar los “cómos” y alinearte sólo a los “qués”.
Confiar así es de valientes y va a requerir mucho de ti. Es una decisión vulnerable que te forzará a romper muchos paradigmas mentales y emocionales.
No es una acto pasivo que te quita protagonismo.
No es “confío una vez y ya no tengo nada que hacer más que esperar”.
Confiar es un compromiso ultra activo y colaborativo, que renuevas y fortaleces diario.
Habrán momentos en tu vida y en tu startup que te llevarán a olvidar tu voto de confianza existencial. Entre mejor te entrenes durante los días “fáciles”, mejores chances de confiar existencialmente tendrás en los momentos difíciles.
Aduéñate de la confianza existencial para reforzar tu gran privilegio de seguir siendo un alquimista existencial que transforme cualquier experiencia en oro molido.
¡¿Y qué hago con esta información?!
Tip práctico:
Paso 1: Haz una lista de las cosas, situaciones, personas, ideas en las que actualmente estás desconfiando y te hacen sentir paranoia existencial.
Paso 2: Visualiza cada una y dile:
“Confío en ti existencialmente. Sé que eres lo mejor para mi. Gracias por los regalos que me vas a dar.”
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